Y el verano trae indeludiblemente las pulseritas......... este rito se repite desde que soy pequeña y mi madre nos compraba a mi hermana y a mi pulseritas y collares en los puestos de los mercadillos de verano.
Claro que muchas acababan deshechas porque queríamos innovar con un resultado catastrófico y mi madre diciéndonos: "no os compro más", mientras montones de bolitas corrían a su libre albedrío por el suelo.
Y luego llegó la adolescencia y el amor inquebrantable a las amigas que se sellaba verano tras verano con el regalo de una pulserita de la suerte. Todavía hoy en día no hay verano hasta que se produce el intercambio de pulseritas.
Así que vamos a regalaros pulseritas de la suerte a todos, os dejamos unas cuantas y elegís la vuestra:
Entonces..... ya sólo nos queda desearos un feliz verano¡¡¡¡¡
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